Cada vez son más las personas que nos preguntan sobre la percusión chamánica y los cantos sagrados. Debido a esto aquí conoceremos los muchos y variados usos de nuestra música tribal.
La percusión, es sin duda uno de los componentes más importantes del chamanismo afro-americano.
La música chamánica, es el complemento de diversas técnicas terapéuticas, como la danza tribal, giros chamánicos, meditaciones, etc.
A diferencia de otras culturas, en donde el silencio es necesario para una correcta concentración. En la mentalidad afro-americana se cree que el sonido armonioso de ciertos instrumentos musicales ayuda a elevar el pensamiento, a la vez que trasportan y liberan la mente de ataduras terrenales que puedan llegar a interrumpir la concentración, facilitando el contacto con el mundo espiritual.
Como nos afecta la percusión chamánica
Cuando escuchamos percusión chamánica o cuando nosotros mismos interpretamos esta música ancestral; inmediatamente nuestra existencia interna asciende y entramos en un plano de existencia más elevado.
Los seres del plano espiritual superior, están constantemente tratando de ayudarnos, guiarnos, transformarnos y moldearnos en nuestra verdadera imagen trascendental, nuestra verdadera divinidad.
Al escuchar percusión chamánica y cantos sagrados, sentimos una especie de estremecimiento en nuestra existencia entera. Desde la punta de los pies hasta lo alto de la cabeza sentimos que una corriente de energía (Àṣẹ) está fluyendo a través de nosotros.
Esta sensación aumenta cuando somos nosotros mismo quienes interpretar estos sonidos de alto contenido espiritual.
Así como la oración y la meditación, la música es de suma importancia en nuestra vida espiritual.
Por eso en los círculos chamánicos hacemos que todos participen de la percusión, como una meditación activa.
Porque esta es una ruta directa o como un atajo, hacia la meta de la meditación, aquietar la mente.
La percusión chamánica es un camino que está absolutamente despejado.
Puede ser un poco más largo que el uso de psicofármacos, pero está mucho más despejado de obstáculos y no tiene contra indicaciones.
Si mientras meditas, interpretas esta percusión chamánica o tan solo la escuchas, el poder de tu propia meditación aumenta.
Porque esta música de alto poder energético-espiritual es un gran potenciador.
La percusión chamánica una meditación activa
Cada vez que tú escuchas percusión chamánica no solo obtienes inspiración y deleite. También trasciendes el espacio-tiempo porque en un abrir y cerrar de ojos, la música eleva nuestra conciencia.
Por supuesto que esto se incrementa participando activamente, es decir, haciendo tu mismo esta música espiritual.
Ya que a través de esta meditación activa somos transportados de inmediato a los planos más altos de la conciencia.
La música chamánica afro-americana nos lleva al mundo de la inspiración y desde la inspiración entramos en el mundo de la realización; donde nuestra existencia interna está rebosante de luz y deleite activando nuestra mente creativa.
La percusión chamánica es una forma de músico-terapia.
Que, a través de su poderosa energía vibratoria, ha ayudado a la sanación de muchas personas.
Beneficios de la percusión chamánica
Nuestros sentidos son inquietos, por eso, nuestra mente racional sufre.
Nuestra mente racional es dubitativa, por eso, nuestros sentidos sufren.
La mente racional no tiene capacidad para amarrar o disciplinar a los sentidos, por eso es necesario que la percusión chamánica nos rescate de la mente racional.
Con la ayuda de esta música espiritual, la mente creativa despierta, ata y disciplina a los sentidos. Así como también hace que nuestros sentidos sean instrumentos perfectos. Para que a través de ellos nuestra mente pueda ser inundada de paz y luz.
Cuando el ritmo de vida torna la mente inestable y se embriaga del veneno de la duda.
En esos momentos los sentidos no tienen capacidad para inyectar la fe y mantener la paz en la mente.
Aquí viene también la percusión chamánica al rescate.
Porque los sentidos toman la ayuda de la música para transformarse e iluminarse.
Cuando los sentidos están en sintonía con el ser espiritual, la mente dudosa y autodestructiva es totalmente transformada. Uniéndose inseparablemente con el corazón, el pulso que nos une con el universo. En ese momento, nuestro verdadero ser puede manifestarse poderosa e inconmensurablemente.
Cuando realizamos percusión chamánica y cantos sagrados, naturalmente la música interna, elevadora del alma, sustituye a las bajas vibraciones.
Crecimiento personal con percusión chamánica
Cuando nos unimos a la percusión chamánica, una nueva visión de la realidad opera en nosotros y a través de nuestro cuerpo. Porque con la percusión chamánica y los cantos sagrados, nuestro verdadero ser se manifiesta a través de nuestro cuerpo.
La música espiritual se vuelve parte integral de nuestra existencia y crecemos.
Atrayendo hacia nosotros todo lo bello, lo perfecto, lo armonioso, etc.
Con la música chamánica afroamericana, nuestro verdadero ser crea un nuevo mundo en nosotros y a través de nuestra energía creadora inconsciente.
La percusión chamánica o música ancestral nos transporta a los mundos superiores y atrae a los seres de luz.
Efectos de la percusión chamánica
En la percusión chamánica, la combinación de notas y silencios forman el ritmo.
Estos son ciclos armónicos, de la misma manera que en la naturaleza.
Donde la combinación de períodos de vibración y períodos estáticos, dos fuerzas que representan la interacción dinámica, forman un conjunto finamente equilibrado.
Este principio es una de las propiedades de Ìwá, la cantidad de energía que puede ser absorbida, propagada o emitida por la materia, el aliento de la vida.
Ya que Ìwá es el regulador o vector en equilibrio del Àṣẹ (energía).
Todos los seres estamos conectados a esta forma de energía, cuando fluye libremente a través de nosotros, produce salud y bienestar.
En el sentido espiritual la música nos induce a la meditación y nos transporta a otros estados de conciencia. Porque la música es armonía, una perfecta combinación de sonidos y silencios.
El sonido, condensa y expande la energía, mientras que el silencio es la facultad de prepararnos eficazmente para deleitarnos y conmovernos; a través de las sensaciones que sentimos como una expresión de lo inexpresable.
Porque lo que sentimos al escuchar la percusión chamánica y los cantos sagrados es lo que más se acerca a expresar lo indescifrable.
Una vez la Ìyá Sonia de Ọ̀ṣun me dijo:
Este camino espiritual se puede racionalizar, pero lo más importante de él es lo que se puede sentir, dado que esto expresa lo inexplicable.
Nuestra percusión chamánica
Por lo antes mencionado, resulta fácil comprender él porque es indispensable el tambor en los diferentes rituales de chamanismo.
Conjuntamente con el uso de otros instrumentos que lo complementen y cantos mántricos que llenen de energía el lugar.
Para conseguir esto por supuesto siempre es necesario música en vivo creando un diálogo entre la energía de los participantes y la energía de los instrumentos.
Hoy en día en la música que se interpreta en los diferentes tipos de ceremonia del chamanismo con influencia instrumental afro-americana, podemos encontrar como mínimo tres instrumentos principales:
Tambor, Ṣẹ̀kẹrẹ y Campana.
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El Tambor de nuestro chamanismo afroamericano
Es el instrumento más utilizado en los rituales y ceremonias, este instrumento ancestral se ha utilizado para curaciones, procesiones, la caza o la guerra, etc., por supuesto también para establecer contacto con los espíritus.
Muchos investigadores han comprobado que la percusión chamánica permite la conexión y aumenta la comunicación con el mundo espiritual.
Nuestros ancestros se refieren al sonido del tambor como el latido de la tierra.
Algunos investigadores han descubierto que la frecuencia predominante en el ritmo de los tambores, es la misma frecuencia de las ondas tetha en el cerebro humano. Debido a esto el tambor es la ayuda más eficaz para entrar en un estado de conciencia alterada.
Estudios neurológicos han demostrado que la percusión chamánica tiene la capacidad de cambiar estados de ánimo.
Porque activan cada una de las estructuras emocionales del cerebro.
En el sentido filosófico espiritual, nosotros utilizamos el tambor para representar la voz de Ṣàngó, con la finalidad de elevar nuestros cantos sagrados y comunícanos con los Òrìṣà.
El tambor es también el ritmo tranquilizador del corazón, que nos relaja y nos da seguridad.
El intenso sonido del tambor penetra en lo más profundo de todos nosotros.
Así este solemne sonido de percusión chamánica abre nuestras mentes y corazones.
Porque esta poderosa vibración despierta nuestro verdadero ser, gracias a la monótona cadencia que genera el tambor chamánico y los cantos sagrados.
La percusión chamánica de nuestra tradición facilita que entremos en trance para abandonar el cuerpo y acceder al mundo de los espíritus.
No sólo para llamar a los espíritus sino para obtener energía vital o entrar en trance.
Alágbẹ «el chamán de tambor»
En nuestra tradición existe un maestro en el tambor chamánico, este es llamado Alágbẹ.
Para nosotros, el dum-dum es el instrumento más sagrado e importante de los rituales.
En nuestra tradición, literalmente, el tambor es la síntesis del poder de Ṣàngó, que está contenido en ese madero ahuecado y recubierto con un cuero de chivo.
Este tambor es inseparable de las Alágbẹ o Maestro de percusión, y permite la comunión o conexión con los Òrìṣà y los Egúngún.
Dum-dum es una palabra yorùbá que significa el instrumento más dulce.
El sonido monocorde del dum-dum, permite a los iniciados entrar en trance durante su invocación. Así como también entrar en contacto con las divinidades que pueblan el intangible y mítico mundo del chamanismo sincrético afro-americano.
El chamán Alágbẹ nunca abandona su tambor, elemento fundamental en todas nuestras ceremonias chamánicas.
Ṣẹ̀kẹrẹ
La maraca más popular de nuestra tradición.
Este es un instrumento muy utilizado en casi todos los cultos de matriz africana.
Es conocido por diversos nombres según la tradición.
Por ejemplo:
- En Cuba lo llaman chekeré o ágbe.
- En Brasil es denominado xerequê, piano de cuia, afoxe, amelé, kekeré.
- En Uruguay lo llamamos Ṣẹ̀kẹrẹ o Àṣẹ.
En las regiones africanas a quien lo toca, se le suele llamar Oni Ṣẹ̀kẹrẹ.
Es un instrumento músico religioso y peculiar de la liturgia yorùbá (Nagó) y Dahomedana (Djèjé).
Tradicionalmente los Ṣẹ̀kẹrẹ se usan en ritos o en celebraciones.
Su cuerpo es una calabaza de tamaño medio, generalmente abierta en la parte superior. La calabaza tiene tejido el exterior con una red que porta unas semillas atadas con cuerdas o alambres.
La Campana como instrumento de percusión chamánica
En los rituales de nuestro chamanismo es más conocida por su nombre en portugués “cineta”.
Es similar en importancia al Ìrokò de la tradición Djèjé-Nagó, siendo principalmente empleada por el Bàbá o la Ìyá. Porque se considera símbolo de autoridad en quien la porta.
La música y la vida espiritual están naturalmente unidas, la una complementa a la otra.
La música ayuda al buscador espiritual a profundizar en sí mismo para obtener la máxima satisfacción de la vida, de la verdad y de la realidad.
La vida espiritual, a su vez, ayuda a la música a ofrecer su capacidad y su fortaleza, que es la luz de la conciencia, al mundo en general.
El poder de la música
Para nosotros la percusión chamánica es el lenguaje interno o universal.
En el universo todo vibra y todo se mueve, la física cuántica lo ha demostrado con la teoría de cuerdas.
Aunque algo parezca estar estático, sus moléculas están en continuo movimiento.
En ocasiones este movimiento es tan lento, que el ojo humano no puede percibirlo. De la misma manera que no podemos observar el crecimiento de las plantas.
A nivel sub atómico, las partículas materiales aparentemente sólidas, son en realidad «estados vibracionales» de un objeto extendido más básico, al que los físicos teóricos han llamado cuerdas, y que son objetos unidimensionales extendidos.
Esto nos demuestra que el poder de la percusión chamánica es capaz de despertar el núcleo de las estructuras creadoras de nuestro universo.
El latido cósmico
Aunque es para el ser humano difícil de percibir, todo en el universo late, de una forma similar al latido de nuestro corazón. Esta vibración o movimiento posee velocidad y ritmo, a este movimiento universal se le llama “Ìwá”, el latido cósmico.
La percusión chamánica emite una frecuencia que tiene que ver con la capacidad de canalizar, propagar y emitir energía.
El tambor reproduce el latido cósmico y su vibración genera atracción. La cual tiende a complementar nuestra energía, con el fin de que se genere un ritmo armonioso en nosotros.
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