En Umbanda nuestra casa está regida por Ogun Mege da encruzilhada u Ogum das sete encruzilhadas. Por este motivo emos querido hacer este articulo dándolo a conocer.
Son muchas las entidades de Umbanda, y algunas son mal interpretadas o totalmente desconocidas, por eso he decidido hacer varios artículos en donde hablare de algunas de ellas.
Cabe destacar que es más famoso el Ogun Mege da Calunga, quien mora en las puertas del cementerio y es el comandante o quien controla la entrada y salida de los espíritus de esos lugares.
Pero no es el único Ogun Mege, sino qué sentido tendría tener que especificar su morada en la Calunga.
Para conocer a esta entidad de Umbanda primero tenemos que conocer la palabra Mèje que significa 7 en yorùbá.
Este número meje o 7 identifica a Ogum Mege, cuyo reino y lugar son las 7 encruzilhadas, es decir, las siete manifestaciones físicas del septenario sagrado.
Las siete encrucijadas de Ogum
- Cruces de caminos (sin importar la forma: X, T, Y).
- Bosques (selvas y florestas).
- Playa de ríos, rías, mares y océanos).
- Zonas áridas como los desiertos y también las llanuras.
- Montañas, pedreras, volcanes y lugares naturales de adoración a Dios.
- Kalùnga (lagos, lagunas, mares y océanos); también cementerio y otros lugares de veneración a los ancestros.
- Cruceros (las fronteras entre los reinos físicos, incluyendo el horizonte y el límite entre los planos espiritual y material).
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Historia de nuestro guía Ogum das sete encruzilhadas
El señor Ogum das sete encruzilhadas del Baba Leonardo, nos cuenta que su trabajo en la vibración de Ogum u Ògún. Comienza cuando él fue miembro de «La Orden de los Pobres Caballeros de Cristo del Templo de Salomón», al igual que Ogun Matinata y Ogun Beiramar; y su nombre era Molay.
En 1307, lo acusaron de sacrilegio contra la Santa Cruz, comercio de reliquias y otros artículos sagrados, herejía e idolatría hacia Baphomet y Lucifer.
Ordenando su detención y de los demás caballeros.
Siete años después, fue quemado vivo en la hoguera frente a la Catedral de Notre Dame.
Mencionando estas palabras:
«Dios sabe quién se equivoca y ha pecado y la desgracia se abatirá pronto sobre aquellos que nos han condenado sin razón.
Dios vengará nuestra muerte.
Señor, sabed que, en verdad, todos aquellos que nos son contrarios, por nosotros van a sufrir Clemente, y tú también Felipe, traidores a la palabra dada, ¡os emplazo a los dos ante el Tribunal de Dios!…
A ti, Clemente, antes de cuarenta días, y a ti, Felipe, dentro de este año…»
En el plazo de un año, la maldición se cumplió
Primero con la muerte de Clemente V, quien falleció el 20 de abril de 1314.
Luego con el fallecimiento de Felipe IV (que según Maurice Druon murió a causa de un accidente durante una partida de caza el 29 de noviembre de 1314).
Y finalmente, con la muerte de Guillermo de Nogaret, quien fue envenenado ese mismo año.
El señor Ogum de las 7 encrucijadas se reencarnó en 1498, nuevamente en Francia.
En esa encarnación fue un soldado que viajo a Brasil instalándose en la bahía de Guanabara en 1557 en una colonia llamada Francia Antártica poblada por colonos calvinistas.
Donde el gobernador de la capitanía de São Vicente, Brás Cubas, pretendía promover la colonización mediante la esclavitud de los indios.
Una vez allí presencio el maltrato hacia los nativos y al no estar de acuerdo decidió luchar en la Guerra de los Tamoios, muriendo en batalla.
Ya en el plano espiritual decidió reencarnar y continuar luchando para defender a los nativos.
Así es que encarno como un nativo a inicios del siglo XVIII, en las Misiones Orientales de los Siete Pueblos (de allí tomo su nombre de Ogum das sete encruzilhadas).
La última encarnación de nuestro guía Ogum das sete encruzilhadas
Cuando solo tenía dos o tres años de edad, su tribu fue devastada por los colonizadores, quedando huérfano y siendo adoptado por los guaraníes.
Su abuelo adoptivo era un poderoso Payé y al ver su potencial quería criarlo para que el también fuera uno de estos chamanes.
Pero, gradualmente se fue constituyendo como uno de los líderes de las milicias que luchaban contra los bandeirantes y las tropas regulares lusobrasileñas.
Cansado de los abusos, entre marzo y abril de 1754, el capitán Sepé Tiarayú (Ogum das sete encruzilhadas) y sus hombres atacaron el Fuerte Jesús, María, José de Río Pardo.
Se dice que allí nación su grito de guerra: Co yvy oguereco Yara!
Que en guaraní significa, ESTA TIERRA TIENE DUEÑO.
Lamentablemente en esta batalla fueron vencidos y capturados.
Sin embargo, la noche anterior a su ejecución, Sepé Tiarayú burló la guardia y logró escapar.
Dos años después, el 7 de febrero de 1756, el casique Sepé y sus hombres tuvieron su primer encuentro con las tropas lusohispanas.
Se enfrentaron a 1600 soldados lusobrasileños comandados por Gomes Freire de Andrade Bobadela. Y 1900 soldados españoles liderados por el gobernador rioplatense José de Andonaegui. Que estaba secundado por José Joaquín de Viana, quien en ese entonces era el primer gobernador español de Montevideo. con 800 soldados españoles.
Al caer la noche, Viana y sus 800 hombres cruzaron el río y atacaron el campamento, dispersando a los guaraníes y a los misioneros jesuitas que los acompañaban.
El gobernador Viana mató a tiros al sacerdote jesuita brasileño Tadeu Henis. Sepé Tiarayú logró montar a caballo, pero Viana lo abatió de un tiro de pistola; según el propio Viana.
Los españoles hicieron desaparecer ambos cuerpos incinerándolos con pólvora, y sus cenizas fueron disipadas por el campo.
La leyenda del Casique Sepé
Esto dio origen a la leyenda de Sepé Tiarayú, expandiéndose la creencia de que el subió al cielo, convirtiendo se en un santo no reconocido por la iglesia católica.
Para seguir trabajando, el Cacique Sepé llega en Umbanda bajo el nombre de Ogum das sete encruzilhadas, contando sus pasajes terrenales para mayor comprensión de los adeptos.
Conocer más sobre Umbanda en el libro;
Umbanda, un mundo lleno de luz.
Oración a Ogum das sete encruzilhadas
Poderoso Ogum das sete encruzilhadas, protector de las luchas por un ideal, bendíceme, dame fuerzas, fe y esperanza.
Vencedor de las disputas, tú que por cada encruzilhada que pasas liberas el dolor, alejas a los enemigos, abres los caminos, traes bienestar, felicidad, paz y amor.
Líbrame de los obstáculos y de las fuerzas negativas.
Bendíceme en este instante y siempre, para que las fuerzas del mal no me dominen.
¡Salve Ogum das sete encruzilhadas!
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