¿Cuál es la Luna del Lobo?
Es la primera luna del año.
La Luna del lobo es la luna llena de enero y debe su nombre a los inquietantes aullidos de estos animales durante las frías noches de invierno, desalentados por la dificultad de encontrar comida.
En el frío intenso y las nieves gruesas del pleno invierno, las manadas de lobos aullaban en las afueras de las aldeas indias.
A veces también era llamada Luna Vieja o, la Luna después de Yule (Navidad), su energía nos impulsa a enfocarnos en los nuevos principios, en los objetivos que queremos alcanzar durante este año.
Enero es un mes climatológicamente frio y duro. En el corazón de enero, los días son grises y las noches son largas y muchas veces frías.
En esta luna muchas brujas trabajan con este tótem, para encontrar la sabiduría y, sobre todo, enseñar y compartirla con los demás.
El mundo invernal sabe guardar muy bien sus secretos, pero la Luna de Lobo los conoce todos. Esta quietud no tiene nada que ver con la muerte, sino con el sueño, a través del cual, el mundo se renueva esperando a la primavera. La Luna de Lobo sabe dónde reposan todas y cada una de estas secretas semillas. Ésta es su sabiduría ancestral.
Luna del lobo y su energía
Se trata de una luna llena especial que transmite la energía y características de la personalidad del lobo.
- Favorece la solución de los problemas y la estabilidad de la familia.
- Impulsa la valentía, dignidad, inteligencia y la astucia frente a los enemigos y la habilidad para pasar inadvertidos.
- Facilita la comunicación, la generosidad y la lealtad con los amigos.
- Fomenta la capacidad de resistencia ante las adversidades.
El lobo, un animal sagrado de nuestra tierra Iberia, se le relaciona con la magia lunar.
Un animal social, atento a su familia y que defiende con honor todo lo que es parte de él. El lobo caza cada atardecer con el fin de permitir que el poder de la luna le impregne.
El lobo como animal de poder es un maestro espiritual de primer orden, y cuando aparece es porque necesitamos un guía en nuestras vidas.
Quienes tienen un lobo como animal de poder suelen ser gente con inquietudes espirituales, incluso maestros que enseñan a otros acerca de lo sagrado.
El lobo que es un animal de poder que “sirve a los que sirven” o sea, a personas que se dedican a enseñar algo a los demás.
El lobo es un comunicador increíble. Al utilizar el tacto, los movimientos del cuerpo, el contacto visual, así como muchas expresiones vocales complejos, el lobo se hace entender. Los que tienen al lobo como su animal totémico son naturalmente elocuente en el habla, y también tienen el don de la escritura creativa. Es símbolo de elocuencia y creatividad.
Para entender los símbolos tótem del lobo, primero debes entender el corazón del lobo.
Esto lleva tiempo, porque el lobo ha tenido que soportar muchos estereotipos falsos conceptos erróneos y malentendidos.
Tradicionalmente, alguien con el poder del Lobo tiene un fuerte sentido de sí mismo y se comunica muy bien mediante cambios sutiles en la inflexión de la voz y los movimientos corporales.
A menudo encuentra nuevas soluciones a los problemas, a la vez que proporciona la estabilidad y el apoyo que normalmente se asocia con una estructura de familia.
El poder del Lobo incluye el poder de enfrentarse a su propio ciclo con dignidad y valentía, la muerte y el renacimiento, la enseñanza del Espíritu, la guía en los sueños y las meditaciones, el instinto ligado a la inteligencia, los valores sociales y familiares, la astucia sobre el enemigo, la habilidad de pasar desapercibido, la constancia, la destreza de protegerse a sí mismo y a su familia, la habilidad de aprovechar los cambios.
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Atributos del lobo
Los atributos del Lobo incluyen la inteligencia, la astucia, la comunicación, la amistad, la lealtad, la generosidad y la compasión
El Lobo representa la fe y comprensión más profundas. Además, posee una enorme inteligencia como se infiere al observar sus estrategias de caza, hábitat y migración.
El Lobo posee la sabiduría interior y nos otorga confianza y deseos de libertad en equilibrio.
El lobo tiene mucho poder para protegernos en momentos de debilidad y ante situaciones difíciles. Otorga los dones de la inteligencia, astucia, comunicación, amistad, lealtad, generosidad y compasión.
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RITUAL LUNA DEL LOBO
Encontrar nuestra semilla y compartir
La energía del Lobo y de esta luna nos van a guiar en un trabajo para sentir esas semillas que somos y tenemos dentro y podemos compartir con otros.
¿Qué enseñanzas has obtenido este ciclo y aun no has compartido?
¿Cuál es tú maestría?
¿Qué puedes enseñar con tú ejemplo?
¿Qué medicina aportas a la tierra?
Material:
- 1 vela blanca, 1 vela azul.
- Imagen de Lobo (figura, foto…)
- Incienso, palo santo…
- Semillas que tenga por casa.
- Cuadrado de tela o bolsita de tela.
- Papel y lápiz.
- Sal gruesa.
Abriremos un espacio sagrado, y colocaremos las velas en el altar, ahumaremos con incienso o palo santo las velas el lugar, la semillas etc todos los elementos y pondremos la música de lobos, así como la imagen del Lobo en el altar.
Pediremos la asistencia del Lobo con la oración, tras encender las velas del altar:
«Con estas luces sagradas, camino la senda espiritual.
Guiado por las piedras sagradas, sé el verdadero camino.
Gran Espíritu del Lobo, pido tu presencia.
para hacer mi viaje en busca de la sabiduría.
Viaje para el crecimiento espiritual y la iluminación
camina a mi lado mientras yo recorro la ancestral senda,
Gran Lobo, mis amigos y guías, yo honro vuestros poderes.»
Sentimos la presencia, y nos sentamos o tumbamos en un lugar cómodo con música de lobos, o de lugares de montañas.
Escribimos en ese papel la petición para que se me muestren esas semillas que soy y que puedo entregar a otros en ese ciclo que pronto llegará con la luz.
«Pido a los Lobos que me muestren mis semillas, mi medicina para sembrar en la madre tierra.»
Se pone el papel doblado dos veces bajo el plato de la vela blanca. Y nos tumbamos con las semillas en la mano izquierda.
Nos dejamos llevar por la música y los lobos y las cosas que me vayan viniendo, si tengo tambor o maraca puedo tocarlo, cantar, danzar, lo que sienta.
Una vez que sienta que ya puedo parar, cojo esas semillas las soplo y las meto con el papel escrito. Lo pongo en la bolsita o dentro de ese cuadrado de tela que cerraré con un cordel. Lo pongo en medio de las dos velas, hasta que se consuman. Y cogiendo con la mano derecha la sal gruesa, hago un círculo alrededor de las velas, decretando que todo los obstáculos y negatividades para llevar a cabo esas semillas se queden en la sal atrapados.
Puedo apuntar o dibujar lo que he sentido y estar atento estos días hasta Imbolc. Cuando llegue la luz habrá cosas que tendré más claras y fuerza y confianza para llevarlas a cabo.
Dejo que se consuman, agradezco y despido a los guías, y cuando se acaben las velas, guardare esa bolsita de semillas que tendré que sacar y quemar el día de La Candelaria (2 de febrero).
La sal (sin tocarla) se tira al lavabo, tirando 3 veces de la cadena o se mete en un agujero en la tierra. Se cierra y agradece a todos.
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