En nuestra tradición chamánica trabajamos con muchos seres espirituales, entre ellos los denominados espíritus encantados. Y ya que estos seres son muy poco conocidos, hemos decidido hacer un artículo en nuestro blog hablando de ellos.
En principio, los espíritus encantados son seres capaces de usar magia natural, para realizar varias acciones en el mundo físico. Por lo tanto, pueden ayudar con una amplia gama de problemas.
Los espíritus encantados, se ponen en contacto con personas que tienen la sensibilidad de detectar su existencia, por eso son conocidos en varias culturas del mundo.
¿Qué son los espíritus encantados?
Esta pregunta es muy compleja de responder, porque hay muchos conceptos diferentes en referencia a los espíritus encantados.
En términos generales, y sin enfocarnos en ninguna cultura específica, se puede decir; que los encantados son entidades espirituales.
Los espíritus encantados poseen una fuerza derivada de la naturaleza, que pueden usar para variaos propósitos.
Hay leyendas de que las personas encantadas pueden hacer el bien igual que pueden hacer el mal.
Entre los encantados, están los del folklore brasileño, donde se considera que figuras como el Boto y la Curupira provienen de la cuarta dimensión astral, denominada «Encantería».
Cuando un ser sé a «Encantado», significa que obtuvo una atribución mágica, asociada con algo de la naturaleza.
De ese modo, este ser desempeña un papel en los «encantamientos«, trabajando en la cuarta dimensión astral que se encuentra entre el mundo físico y el espiritual.
La mayoría de estos seres son invocados a través de la Pajelanza y en cultos derivados de este chamanismo indoamericano como; la Umbanda, el tambor de Minas o la Jurema sagrada.
Pero, la diversidad de tradiciones las explica de diferentes maneras, abriendo así una posibilidad de comprensión de acuerdo con la creencia que más se parece a su cultura.
Para saber más de este y otros temas relacionados con el chamanismo sincrético afro-americano.
Los encantados para las culturas indígenas
En Sudamérica, el culto a los espíritus encantados es el resultado de una mezcla de tradiciones, consideradas como una cultura afro-amerindia. Es así que, para la mayoría de los cultos relacionados con los indígenas, los encantados son seres que traen consigo el poder curativo.
Estas corrientes espirituales, no creen que una persona encantada fuera alguien que murió, sino que se transformó.
El concepto es, que cuando uno alcanza un alto grado de sabiduría, antes del momento de la muerte se encanta. Y así, se convierte en una energía que es integral para la naturaleza.
Con el uso de esas mismas capacidades extraordinarias, esta persona después de su elevación, se presentará ante alguien de esos cultos, principalmente a través de un trance mediúmnico.
El elegido, que tendrá contacto con el encantado, debe ser alguien muy fuerte espiritualmente, o su alma puede «romperse» si no puede soportar el contacto.
En nuestra tradición, después de un retiro espiritual, el elegido recibe un objeto vinculado al encantado, que debe cuidar con gran celo para preservar la salud y la protección. Ya que este objeto sagrado, contiene toda la energía del ser de luz que ha propuesto acoger a esta persona en su sabiduría infinita.
Los encantados más populares
Los espíritus encantados más conocidos en nuestra Umbanda, están organizados en familias dentro de cada una de las 7 líneas y las 2 legiones complementarias.
Muchos de estos encantados se manifiestan a través de los médiums durante las sesiones (círculos chamánicos).
Siendo la encantada más conocida de todos, la Cabocla Jurema, asociada a la planta que lleva su mismo nombre.
Otro encantado muy popular entre los nativos de Sudamérica es el Avati, un héroe guaraní, que a través de su muerte se convirtió en maíz; para salvar a toda su nación del hambre.
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