2018 año de Exú Bará

Èṣù Bàrá “Señor del destino”

Como ya es costumbre en El Oráculo, cuando se acerca una fecha de importancia para nosotros, realizamos artículos de blog mencionando de quien es el aniversario.  En esta oportunidad homenajeamos a Èṣù Bàrá “Señor del destino” y primer Òrìṣà en aparecer dentro del Ṣiré Òrìṣà.

Èṣù Bàrá, es el portador de la llave para abrir todas las puertas y caminos.

Bàrá es el elemento de interrelación entre los hombres y las divinidades, por lo que siempre es el primero en recibir ofrendas.

Èṣù, también conocido como Exú, Eshu y Echu; es el enlace entre lo terrenal y lo espiritual.

Siendo su función tan relevante que trasciende la tradición yoruba, trasculturalizandose en los otros cultos de matriz africana.

Por sus propiedades Èṣù participa forzosamente de todo, junto a su inseparable compañero y hermano Ògún.

Exú en el chamanismo Kimbanda

El chamanismo tradicional bantú al que denominamos Kimbanda, es un culto que trabaja principalmente con espíritus desencarnados los cuales representan directamente a la energía de Exú.

Como todo Òrìṣà, Èṣù es una energía viva de la naturaleza misma, que algunos seres del mundo espiritual representan por afinidad vibratoria.

Este es el caso de los llamados Exú de Kimbanda, una gran entidad espiritual en la que se agrupan un gran número de espíritus en evolución.

Estos seres humanos desencarnados se separan en dos grandes grupos:
  • Èṣù hombre.
  • Èṣù mujer.

Esta última es más conocida como Pombagira.

Exú en el chamanismo Umbanda

Como mencionamos anteriormente Exú es una energía viva de la naturaleza. Esta energía es tan particular que se suele decir que sin Exú no se hace nada, exaltando la importancia de todos los seres que lo representan.

En el culto chamánico de Umbanda, el cual se basa en el continuo trabajo con seres espirituales. Encontramos que todas las entidades de Umbanda trabajan en mayor o menor medida con algún representante de Exú.

Otra cuestión interesante a mencionar, es que existen dos tipos de seres que representan la energía de Exú, unos son humanos y otros son seres elementales.

Origen de Èṣù

Los yorubas le dieron un nombre a la entidad que rige todo el plano físico, Èṣù.

Por extensión, Èṣù abarca el materialismo y las manifestaciones de lo negativo, Ẹlẹ́níní.

Debido a esto, en su forma pura, no posee una representación totémica, ni tampoco puede ser un Òrìṣà tutelar (Òrìṣà de cabeza).

Su existencia nos enseña que sin lo malo las cosas buenas no podrían percibirse, sin la oscuridad no veríamos la luz.

Èṣù es todo lo que podemos percibir a través de los sentidos, vista, oído, tacto, gusto, olfato e incluso la intuición (sexto sentido).

Por sus características, todos los Òrìṣà al incidir en la materia necesitan una variante de Èṣù específica. Así como también, todos los «Odù» tienen su Èṣù particular, que manifiesta la situación que estamos viviendo, buenas o malas.

Èṣù, es un ser que nos empuja al crecimiento, porque todo cambio exige una crisis y no hay evolución sin cambio.

Pero Èṣù, posee una manifestación más dócil o menos nociva, la cual representa el vínculo entre lo positivo y lo negativo.

Cuando una persona o lugar está en equilibrio se denota la presencia de Èṣù Bàrá, y cuando allí se hallan problemas es que ha entrado Èṣù.

Èṣù, es el desorden, el cual tiende al orden, representado en Bàrá; también conocido como Óbàrá.

Èṣù Bàrá es la parte positiva de Èṣù, y también la parte de dios que podemos ver, tocar y sentir. Mientras que Èṣù, es el caos que provoca una reacción consciente con la finalidad de lograr equilibrar la situación.

La descripción bipolar de Èṣù, provocó que los colonizadores occidentales confundieran a Èṣù con el diablo.

Èṣù Bàrá “Señor del destino”

Para comprender bien lo que significa Èṣù Bàrá en nuestra tradición, debemos separar el foco central de Èṣù de la energía perteneciente a Bàrá.

En primer lugar, Èṣù representa la tierra y todo lo terrenal, tanto lo bueno como lo malo en constante interacción.

Èṣù es la dualidad; femenino/masculino, Positivo/negativo, los contrastes y las oposiciones.

Particularidades que llevan al desequilibrio necesario para la evolución. Pero que conducen a que el ego se desestabilice y se produzcan los excesos.

En segundo lugar, Èṣù suele representarse arquetípicamente, como el más humano de los Òrìṣà, travieso, juguetón y a veces aniñado. Un ser muy peligroso y oscuro, el cual siempre está haciendo bromas que pueden interpretarse como maldades.

Por otro lado, tenemos a Èṣù Bàrá, que es el aspecto puramente positivo de esta energía.

Presentando cualidades como la comunicación entre los seres humanos y los Òrìṣà, así como también las relaciones entre iguales.

Èṣù Bàrá, abarca los destinos de las personas, provocando los encuentros y desencuentros, para beneficio de los seres humanos.

Bàrá también actúa como un gran GPS, que nos muestra el mejor camino a seguir entre donde estamos y nuestro objetivo en la vida.

Además, representa el poder de la energía sexual, por lo tanto, es el símbolo por excelencia de la fecundidad.

Sincretismo de Èṣù Óbàrá “Señor del destino”

Hemos de destacar que cada uno de los pasajes o caminos de Èṣù Bàrá poseen un sincretismo diferente. Por lo que podemos encontrar varias fechas de homenaje a este gran Òrìṣà.

Con el fin de simplificar, en nuestra tradición todas estas variantes se aglomeran en una sola festividad el día 13 de junio.

Este es el aniversario del religioso portugués Antonio de Lisboa o San Antonio de Padua.

Principalmente porque San Antonio es uno de los santos católicos más conocidos. Un hombre a quien llegaron a llamar «Arca del Testamento», el portador de la palabra de Dios.

Uno de los atributos principales de Èṣù Bàrá; la comunicación.
Si deseas saber más de este y otros temas relacionados con el chamanismo sincrético afroamericano.

Visita nuestra web de cursos.

CHAMANISMO ANCESTRAL

Arquetipo de Èṣù Bàrá

Para la descripción de la construcción psicológica de las personas que responden al arquetipo de Èṣù Bàrá hay que tener en cuenta una palabra básica, encrucijada.

Como un laberinto, el arquetipo de Bàrá posee un carácter ambivalente.

Estas son personas muy sociables, inteligentes y comprensivas con los problemas de los otros.

Generalmente son bohemios siempre viajando para conocer nuevas fronteras en una constante expansión de su círculo de amigos y enemigos.

Casi siempre son personas que están envueltas en intrigas y confusiones, además guardan rencor con facilidad. Por eso para tener como amigo a un hijo de Èṣù Bàrá, es preciso que se tenga mucho juicio y comprensión al tratar con esta persona.

Estos aspectos son generales, variando un poco según el pasaje o camino.

Además, es necesario tener en cuenta que los arquetipos son tendencias energéticas que los Òrìṣà ejercen sobre sus hijos.
Influencias que pueden aumentar o disminuir dependiendo de la armonía de este con su Òrìṣà.

En nuestra tradición creemos, que cada persona pose una esencia vibratoria la cual se corresponde con alguno de los Òrìṣà.

Esta afinidad vibratoria es la que provoca las influencias arquetípicas.

Tendencias dentro de las cuales el ser humano presentará más o menos evolución y esto se reflejará en su comportamiento.

Pasajes o caminos de Èṣù Bàrá

El conjunto de partículas electromagnéticas individuales o Àṣẹ personal de cada cosa en el universo, forma un campo de energía creado y sostenido por la energía universal de Ọlọ́run; esto es considerado Àṣẹ colectivo o universal.

Èṣù es el portador del Àṣẹ colectivo, a través del cual Ògún da forma a las cosas.

Él utiliza la información de nuestros pensamientos y sentimientos para manifestarlo en nuestro diario vivir.

A nivel intercultural, los distintos pueblos tienen diversos puntos de vista respecto de Èṣù. Pero la mayoría de los cultos a Òrìṣà del chamanismo afro-americano, perciben a Èṣù, tal como lo presentamos aquí.

Èṣù Bàrá Lọdé

Este es un muy importante Vodún, deidad de los antiguos Dahomeanos quienes lo solían llamar Lẹ́gbà.

Originalmente tiene como atributos ser protector, así como mensajero entre los hombres y las demás deidades Vodún. Debido a su similitud con los atributos de Èṣù Bàrá, fue sincretizado y cultuado por los yorùbá como un camino de este.

Considerado el Èṣù Bàrá del exterior, representa el macrocosmos, la oscuridad nocturna y a los hechiceros.

Es compañero inseparable de Ògún Abágán (Ogum Avagã), con quien trabaja protegiendo a la familia espiritual y abriendo los caminos.

Èṣù Bàrá Lọdé, afecta negativamente a las mujeres, debido a que estas provocan interferencias en el equilibrio de su energía sexual puramente masculina.

Su sincretismo católico es San Pedro y San Cipriano.

Èṣù Bàrá Lànà

Él es quien se encuentra generalmente apostado en las encrucijadas abriendo los distintos caminos, determinando los senderos que deberán tomar las personas según su comportamiento y los Ẹbọ que hayan realizado.

Este camino de Èṣù Bàrá, trabaja detectando problemas y encontrando las soluciones. También trabaja en los montes junto Ọ̀sányìn, de quien aprendió todo lo relacionado con las hierbas y sus cualidades.

 Èṣù Bàrá Lànà tiene incumbencia en abrir los caminos para las Almas de los que recién han muerto.

Además, es quien calcula el tiempo de vida que le queda a una persona. Cuando realiza esta función trabaja junto a Ṣọ̀npọ̀ná también conocido como Ọbalúayé.

Su sincretismo católico es San Antonio de Padua y San Cayetano.

Èṣù Bàrá Àdáge

El señor de todas las cosas que se estén ejecutando, quien genera la posibilidad de lo que se vaya a realizar.

Èṣù Bàrá Àdáge es quien modifica los caminos, abriendo o cerrando las puertas que conducen a realizar algo. Por esto, se torna imprescindible darle una ofrenda antes que a nadie o nombrarlo, pidiendo su permiso para lo que se esté por hacer.

Es el pasaje o camino de Èṣù Bàrá más allegado a Ọya Òrìṣà dueña de la casa, él es su protector y compañero.

Cuando en una casa no se tiene Lọdé, es utilizado Àdáge para representar a Èṣù Bàrá. A él se le pide que cuide la puerta de entrada y que fiscalice los trabajos allí realizados.

Su sincretismo católico es San Benito y san Onofre.

Èṣù Bàrá Agelú

En este pasaje Èṣù Bàrá trabaja al servicio de Òrìṣà mayores, principalmente Funfun. Se le considera una especie de joven vigilante o guardián, muy atento a las faltas que puedan cometer los miembros del centro espiritual.

Él se presenta como un niño travieso, bastante revoltoso, de apetito voraz y un tanto caprichoso.

Esto es porque este pasaje de Èṣù Bàrá representa aquello que no se espera, las sorpresas.

Èṣù Bàrá Agelú nos permite acceder al recurso humano de la sabiduría, aprendiendo a confiar, y a sentirnos cómodos en estados de incertidumbre.

Su sincretismo católico es el Niño en brazos de San Antonio y el Santo Niño de Atocha.

Si deseas saber más sobre este Òrìṣà o su trabajo en las tradiciones chamánicas de Umbanda y Kimbanda.

Ponte en contacto con nosotros.

Contacto

  Interesante articulo ¿verdad?

Permite que otros también lo lean y comparte en las redes sociales pinchando en los iconos share.
Te estaremos muy agradecidos. ¡Y quien lo reciba también!

Si quieres dejar algún comentario que ayude en el crecimiento de este post, genial. Seguro que tienes mucho que aportar para enriquecerlo.

¡Muchas gracias!

¡No te vayas sin unirte a nuestra a comunidad!

SI, QUIERO UNIRME

Formulario actividades gratuitas

Te pueden interesar también los siguientes artículos:

Axé “energía universal”

Pai João de Bàrá